jueves, 17 de marzo de 2022

EL MINUSVALIDO ERA YO...

 


Ya hacía tiempo que no me dedicaba a mi blog....pero hoy el acontecimiento, merece la pena que lo ponga en negro sobre blanco y lo recuerde cuando deba...

Me dirigí a una persona en un lugar cerrado y distante. Parecía que no me escuchaba, por lo que elevé más mi voz. Se levantó de la silla donde estaba reclinado y se me acercó sin mascarilla.

Empecé mi pregunta con mascarilla como esta pandemia nos obliga, pues además de estar en el exterior yo y guardar distancia, entendí que mi intensidad era la apropiada. Me dijo algo, pero no me le entendí.

Le repetí la pregunta y ya escuché que me dijo que con la mascarilla no se enteraba. Algo que lo dijo perfectamente. Le repetí la pregunta de nuevo más fuerte. A lo que me volvió a decir que con la mascarilla no se enteraba y que era mejor que me la quitara.

Me quedé un poco bloqueado y me la retiré un poco, al principio de mi pregunta, y me la puse a los segundos del inicio de la pregunta. Me dijo ya muy próximo a mi, que con la mascarilla no me entendía. Ahora, ya tan próximo, sí me di cuenta que su forma de hablar era ya más fidedigna de su condición: es sordomudo.

Me quité la mascarilla y ya me pudo entender, guardando de forma superlativa la distancia de seguridad mínima. Tenía que regresar a casa por una cosa que debía entregarle.

A mi vuelta, ya con la mascarilla quitada, pude comunicarme con él perfectamente.

Al final de nuestra corta conversación, le hice una torpe señal del leguaje de signos, que no era lo que intentaba decirle: gracias y perdona. Sonrió y me lo indicó amablemente como se debe hacer.

Me acabo de dar cuenta que, el minusválido era yo...