martes, 12 de octubre de 2010

¿¿¿¿ Y ESE TITULO ????

En respuesta a todos aquellos que me habéis preguntado el origen del título os lo contaré "basado en la medicina de la supervivencia". Creo que es más real esta que la basada en la evidencia, pues mientras que de la primera todos hacemos uso a diario, para la segunda tan solo disponemos de ideales y de algún que otro curso de donde sacamos inquietudes y deseos de ponerlo en práctica que chocan con la cruda realidad de no poderlo aplicar tanto como desearíamos, y menos, poder discutirlo con tiempo con alguno de nuestros pacientes.
El término se inició tras una consulta rápida en la familia al pedirles que me dijeran cada uno una palabra que me relacionara con mi trabajo. Mientras mi hija rápidamente dijo CURAR, mi esposa saltó con ORDENADOR; en franca reactividad a las horas que frente a él paso a diario tanto en la consulta como en casa...
Uniendo las palabras para hacer un título adecuado, recordé esta frase que una vez me dijo un paciente en respuesta y referencia a uno de los incontables cuelgues que nuestro afamado programa de gestión de la consulta al que denominamos EL CANAYA (original y realmente llamado DIRAYA). Se colgó varias veces durante su asistencia, por lo que ambos debimos de esperar a reiniciar el terminal y retomar la consulta (más bien, iniciar la consulta, pues todo lo que hice desapareció). Este tiempo le dio a la señora a replantearse la situación, el causante de la demora y lo que yo hacía allí. A todo ello espetó:... con tanto adelanto y tanto cacharro, más bien parece que curáis con el ordenador...
Bien mirado el contexto y su fundamento, la señora tenía más razón que un santo. Es la realidad, por mucho que digamos y mucho que le intenté argumentar todo lo que podemos responder a ello. Eso de guardar sus datos, la confidencialidad, el mancomunado de la información, la rapidez de rescatar la historia (bueno, eso de coña madre...;-) ) y sobre todo la comodidad de nosotros y evitar las lesiones en la mano de tanta receta e informe que antes hacíamos. Finalmente, medio pude salir airoso de la situación al recordarle como antes salía con papeles de la consulta con "letra de médico" y ahora salía con un papel de calidad con letra legible. A esto asintió con pleno reconocimiento, pero creo que ambos nos dimos cuenta que por mucho que leyera tenía altas probabilidades que no entendiera su contenido. Bien por los términos que utilizamos o porque la receta esta emitida en forma de principio ineficaz, es decir, principio activo (perdón por el desliz mental y decir lo que pienso).
Y es que por día que pasa, mal que nos pese, y mucho que lo neguemos, más bien parecemos secretarias de dirección superburocratizadas con una formación de lujo (ya son 10 años...). Menos mal que todos buscamos a diario nuestro rescate emocional y nos sentimos recompensados con aquellos pacientes que nos consultan por puros problemas clínicos o casos curiosos que nos hace permanecer como médicos de familia en una atención primaria que funciona a modo de ambulatorios modernos con exigentes pacientes de derechos sin deberes....

Jerez de la Frontera, a 12 de octubre de 2010, año de nuestro señor.