Todos los días, te acontece algo que a pesar de no pararte mucho en ese momento, un poso para reflexionar se te queda.
Por un tema jocoso y baladí, se hablaba de la posible "pluma" de una persona. En un franco lenguaje coloquial y alejado de todo tipo de tinte peyorativo. Me estanqué momentáneamente en el término habitual y en este más figurado y asociado a los temas de ombligo hacia abajo...
En la segunda aplicación del término, no le encontré paralelismo alguno con mi persona, forma de ser ni inclinaciones. Los que me conocen, ya saben muy bien como soy y lo que me gusta.
Pero en el primero, también tenía unas referencias muy específicas y referentes en mi vida. Apurando mis históricos, tengo 5 plumas en mi vida. 3 guardo con sigilo y cariño al ser parte de mis recuerdos: una gran pluma de punta de oro que en su día regalé a mi padre, otra que me regalo mi amigo Tito y una tercera que tengo en la consulta que me regalaron en el Hospital de Mora en Cádiz cuando era un chiquillo que empezaba en el mundo de la sanidad y ya se encaraba para la medicina desde el amado mundo de la enfermería.
Las otras dos que muestro en la foto, son de uso habitual y siempre a mano en mi escritorio. Son casi unas utilitarias de usos reservados para temas que me median en su consecución. La más colorista y casi vintage me la regaló mi "jefa en el Distrito Bahía" cuando me fuí. Sabía de mis gustos y además de ser una gran ayuda laboral, me mostraba a diario como la perspicacia y buen corazón no se riñe para nada con ser una gran trabajadora y dinamista vital.
La primera, y por importancia, además de cronología, esconde un micrograbado en su pestaña de agarre y que me regaló unas navidades una persona que no le sobraba el dinero por entonces. Del poco que le daban, apartó algo para comprármela. Siempre la tengo muy a mano y me recuerda como la humildad y la necesidad no se riñe con la gratitud y las ganas de ser fuente de inspiración para los demás, y máxime, si además te quieren en tu día a día y a pesar de todos los pesares que te acontezcan...
Gracias a todos los que me servís de fuente de inspiración, constancia y recuerdo.
A Dios gracias, yo sí que tengo pluma.....
