domingo, 11 de marzo de 2018

9 AÑOS DEL ASESINATO DE NUESTRA COLEGA





Como todos los años, y mientras pueda, este día le dedico unas palabras desde este humilde blog a la memoria de nuestra colega la DRA. MARIA EUGENIA MORENO MARTINEZ que fue asesinada por un paciente (por no decirle otra cosa que mejor se le adapta a la que fue su forma de ser) en Moratalla (MURCIA) el 11/03/2009, a la vez que a su familia.
El acto tan canalla de disparar con una pistola a una residente de familia en pleno ejercicio de sus labores asistenciales en una guardia, jamás conseguirá que la olvidemos ni que dejemos de ser una de las cosas que más nos gusta en la vida:

SER MÉDICOS DE FAMILIA

Que Dios la bendiga, bendiga a su familia directa y al resto de su familia que integramos todos los médicos de familia tanto en España como en el resto del mundo que llegan a hacer de su profesión casi un acto heroico diario por ejercer en condiciones de alta penalidad o en lugares con riesgo para su propia integridad personal.

Jerez de la Frontera, 11 de marzo de 2018.

sábado, 3 de marzo de 2018

DEJE PREÑADO A UN PACIENTE EN LA CONSULTA




Suena raro…pero es la pura y compactada realidad. Fue jocosamente así. Todo tiene su explicación, argumentación y razonamiento.
Acudió un paciente como vulgarmente se dice: de urgencias. De entrada, creo que se debería de evitar este término y decir SIN CITA, que es como realmente se debería denominar, pues menospreciamos el valor real de la palabra urgencia. Generalmente, se trata únicamente de prisas que tienen la gente y nula capacidad ni implicaciones personales en valorar lo que no puede esperar de forma lógica. A ello se debe añadir la demora cada vez mayor en las citas, pues más del 20% de las citas no son finalmente utilizadas por los pacientes y el cupo de pacientes que se me adscriben es mayor.
Pues acudió este paciente mío desde hace años de urgencias con prisas y sin mucha explicación razonada a las mismas. Se rodeaba de un gran componente de remordimiento y culpa solicitando los resultados de su analítica de hacía una semana, pues tuvo recientemente un “susto” y desde entonces se vincula muy bien con su diabetes y hace su régimen de vida en condiciones y no como hasta el “susto” hacía. Ya dejó incluso de fumar sus porros y de hacer otras cosas que llevo años insistiendo que no haga…
Revisando otra serie de cuestiones y tras intentar relajarlo y que reflexionara por sus presiones con tantas prisas, comprobé que debía de ir a ser valorado por mis colegas oftalmólogos, por lo que aproveché para hacerles su oportuna solicitud de cita. Con tantas prisas, preguntas intercaladas y peripecias variadas, mi presbicia y coordinación jugó tan mala pasada, que terminé clicando en el ordenador OBSTETRICIA en vez de OFTALMOLOGIA, que en el menú desplegable va inmediatamente superior.
A los minutos de su salida en consulta me vino a buscar una administrativa algo ruborizada al ver el destino final del paciente. Se trataba de un jocoso error y debía de cambiar la especialidad de destino, bien pensaba ella. Le pedí que regresara el paciente a la consulta y le dijera sin tapujos lo que había ocurrido.
De vuelta a la consulta le di mis felicitaciones al paciente por su estado feliz de gestación y nos reímos de lo acontecido, participando la mismo de los malos resultados que las prisas infundadas tienen en nuestro día a día, así como el hecho de nuestra terrible humanidad de la medicina en la que un error puede acontecer con mayor probabilidad cuando se nos presiona.
Todo ello me recuerda a lo que en su día tuve que sufrir con mi derivación indebida a oncología en mi pasado post.
Es que las prisas y las presiones no son buenas compañeras de jornada…