En unos días nos encontraremos en el denominado LUNES DE RESURRECCIÓN. Muchos de los que a diario sufrimos los efectos del Canaya (oficialmente, mal denominado Diraya) esperamos que haciendo honor a ese día y con la inestimable (y más que precisa necesidad…) mediación de nuestro Señor Jesucristo se produzca la RESURRECCIÓN DEL CANAYA y empiece de una vez por todas a dar alegrías y felicidades a los sufridos médicos de familia y/o atención primaria en Andalucía al constatar que funciona bien y no continuamos sufriendo sus maléficos y constantes síndromes que en una próxima edición recopilaremos…
Que Dios nos bendiga y se apiade de nosotros…y al igual que Jesús Cautivo, nos dote del beneficio del indulto de tanto efecto lesivo que soportamos desde hace años…
Y que se mueran de pena tus penas………..”lo que te kea delante nadie te lo va a quitá”…
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