Para mi es como si fuera ayer. No ha pasado tanto tiempo que el peso de la memoria me anule su recuerdo. Fue algo muy impactante para muchos de nosotros, máxime para todos aquellos que vimos como nuestra integridad física se puso en entredicho en más de una ocasión siendo residentes de esta digna Especialidad Médica.
No podía integrar neuronalmente que alguien matara a tiros
directamente a una médico que prestaba asistencia a la población. Nadie en su
sano juicio, y menos aún con cierta catadura moral, integral y humana podría
hacer eso. Además, con alguien que ni conocía ni había tenido trato. Llegar y disparar con saña e
intencionalidad de matar, por la forma con la que actuó.
Dejó a su marido,
familia e hijo de muy corta edad. Dejó su ilusión, tesón y esfuerzo por
llegar como residente al pueblo donde
ella deseó hacer su periodo de formación como residente de esta especialidad que tanto amaba, como
me pudo contar su marido por aquellos días.
Mal día es este para ellos y para todos aquellos que nos
acordamos que seguimos vivos gracias a Dios y a que ningún hijo-puta se nos ha cruzado en nuestro camino con tan
mala saña como a ella le propinaron.
Tan solo me falta dar
público reconocimiento a todos aquellos que se implicaron en reclamar
se le reconociera su labor, se le diera la medalla al mérito en el trabajo y se
entregara post-mortem su merecido título como especialista. Algunas cosas
conseguimos, pero otras nos topamos con el férreo imperativo de la ley.
Recordemos a grandes colegas como el Dr. Julio Bonis, con el que pudimos hacer una recogida de
firmas virtual, en aquellos días en los que no se contaba con las vigentes webs
para recogidas de firmas y que tan mal le sentó a algunos prebostes en sus
poltronas. Incluso llegaron a intentar la coacción; hasta para actos tan
loables como este tienen que surgir de las mazmorras más profundas los
engendros del mal.
A raíz de ello, y desde la
Organización Médica Colegial se pudo instaurar el día CONTRA LAS AGRESIONES A
LOS SANITARIOS, si bien siempre se conmemora algo más tarde por
coincidir con otras fechas. Hasta para ello tuvo mala suerte…
Que Dios la tenga en su Reino y sepa consolar a sus seres queridos.
Gloria, loores y público reconocimiento a los caídos en su entrega a
los demás.
Nos veremos, Dra. María Eugenia…
11 de marzo de 2017.
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